Cuproníquel

Los cuproníqueles se caracterizan por una excelente resistencia a la corrosión, particularmente en agua de mar, insensibilidad al agrietamiento por corrosión bajo tensión y una gran capacidad para mantener sus características a temperaturas de alrededor de 300 ° a 400 ° C, conductividades eléctricas y térmicas relativamente bajas. Además, tienen buena soldabilidad y funcionan muy bien en frío. La adición de hierro mejora la resistencia a la erosión así como las características mecánicas. Debido a estas propiedades, estas aleaciones se utilizan en particular para fabricar intercambiadores de calor, evaporadores, tuberías de agua salada, refrigeradores de circuitos hidráulicos o bombas.