El titanio tiene muchas ventajas: combina ligereza y resistencia, lo que lo convierte en un material elegido por el sector aeronáutico. Su ductilidad le confiere buena conformabilidad y además es biocompatible. Además, tiene una excelente resistencia a la corrosión y una buena soldabilidad. Se utiliza ampliamente para fabricar piezas estructurales de aviones, tuberías de agua de mar anticorrosión, intercambiadores de calor, sujetadores o componentes biomédicos.