Laminación: una técnica esencial
en el procesamiento de metales
Un proceso de deformación en caliente o en frío

La laminación es una técnica industrial de transformación de metales que consiste en hacer pasar un material entre dos cilindros, también llamados rodillos, con el objetivo de reducir su espesor o modificar su forma. Este proceso permite una estructura más homogénea y unas características mecánicas adaptadas a las exigencias de muchos sectores.
El laminado, que se realiza en caliente o en frío, forma parte de una larga cadena de transformación del metal, junto a otras técnicas como el trefilado, el mecanizado o el tratamiento térmico.
Laminación en caliente o en frío: ¿cuáles son las diferencias?
El laminado en caliente se realiza a una temperatura superior a la de recristalización del metal. Este paso facilita la deformación y permite una transformación más rápida de piezas brutas de gran tamaño. Es especialmente adecuado para formatos gruesos y grandes longitudes, como carriles, vigas o barras metálicas.
Por el contrario, el laminado en frío se realiza a temperatura ambiente. Este trabajo en frío permite una mayor precisión, un mejor acabado superficial y unas propiedades mecánicas reforzadas gracias al endurecimiento por deformación. Se utiliza a menudo para artículos que requieren un acabado cuidadoso: láminas finas, tiras, alambres, etc.

Productos de laminación
El laminado permite la fabricación de una amplia variedad de productos metálicos. Estos artículos están disponibles según el formato, estructura y características deseadas:
Láminas enrolladas (finas o gruesas)
Bobinas y flejes de acero o aleaciones no ferrosas
Barras macizas, tubos, perfiles, rieles
Piezas de formas complejas después del trabajo en frío
Áreas de aplicación

Estos productos se utilizan en muchos sectores industriales como:
- Construcción y edificación metálica
- Transporte ferroviario, naval y aeronáutico
- Equipos automotrices y mecánicos
- Muebles y herrajes metálicos
- Herramientas, máquinas-herramientas y mantenimiento industrial
- Energía y petroquímica
Cada material se selecciona en función de su uso, su comportamiento térmico, su contenido de carbono, sus propiedades mecánicas y su compatibilidad con otras técnicas de procesamiento.
Conocimientos técnicos y equipamiento adecuado
La ejecución del laminado se basa en trenes de laminación específicos (también llamados trenes de laminación), cuya configuración varía en función del tipo de producto a producir. Estas herramientas industriales proporcionan un control preciso del espesor, la temperatura, la velocidad de producción y la línea de producción.
Los pasos a menudo se automatizan para garantizar una calidad consistente en todos los formatos producidos. Un riguroso control de calidad nos permite cumplir con los requisitos de las especificaciones más complejas.
A saber
El laminador generalmente consta de dos o más rodillos dispuestos en serie. Cada paso del metal entre los rodillos supone una reducción progresiva del espesor y una mejora de sus propiedades mecánicas. Existen diferentes tipos de laminadores en función del material a trabajar, del formato deseado y del tipo de laminación (en caliente o en frío).
¿Por qué elegir la laminación?
El laminado, ya sea en caliente o en frío, tiene muchas ventajas en el trabajo de los metales:
- Reducción uniforme del espesor
- Mejora de la estructura metálica
- Refuerzo de las características mecánicas
- Producción rápida de grandes series de productos
- Adaptabilidad a varios tipos de materiales: acero, hierro, aleaciones no ferrosas.
Además permite una excelente compatibilidad con otras técnicas como el tratamiento térmico, el mecanizado o el estirado en frío para tolerancias muy finas.
Algunas limitaciones del rodamiento
Aunque el laminado ofrece muchas ventajas en el procesamiento de metales, esta técnica también tiene ciertas limitaciones. El laminado en caliente puede provocar oxidación de la superficie y una ligera pérdida de precisión dimensional. Por el contrario, el laminado en frío, más preciso, requiere más energía y provoca una mayor deformación del material, siendo necesario en ocasiones un tratamiento térmico adicional para recuperar determinadas propiedades.
El coste de los equipos (laminadores, herramientas de control, líneas de producción) también puede representar una barrera para las pequeñas estructuras, al igual que las limitaciones vinculadas a los formatos estandarizados, a veces inadecuados para proyectos muy específicos.
Delta Metal, su socio
para productos laminados no ferrosos
En Delta Métal le ayudamos a elegir los metales laminados adecuados a sus necesidades industriales. Ofrecemos una gama completa de productos de laminación para metales no ferrosos como latón, cobre, bronce y aleaciones especiales.
Nuestra experiencia se basa en una rigurosa selección de materiales y un perfecto dominio de las características mecánicas, espesores y condiciones superficiales.

¿Qué productos ofrecidos por Delta Metal son adecuados para el laminado?
Varios metales no ferrosos comercializados por Delta Métal son ideales para el laminado, incluidos el latón, el bronce y el cobre-aluminio. Estos materiales, reconocidos por sus propiedades mecánicas y su excelente capacidad de deformación, se transforman a menudo en tiras, láminas o barras según las necesidades de los diferentes sectores industriales.
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