COBRE Y SUS ALEACIONES CONTRA EPIDEMIAS Y PANDEMIAS

 

 

REFERENCIAS

 

Aunque el hombre descubrió la aleación de cobre y estaño durante la Edad del Bronce, en el año 3.500 a. C., las propiedades saludables del cobre se conocen desde la antigüedad y fueron los egipcios quienes lo descubrieron y se utilizaba en el campo médico.

Los papiros de Edwin Smith y Eber describen técnicas para desinfectar heridas en el pecho y sistemas para esterilizar agua utilizando cobre. Más contemporáneamente, se ha observado que los orfebres del cobre se salvaron relativamente de las olas de cólera que azotaron Europa durante la primera mitad del siglo XIX.mi siglo.

En 1939, un médico alemán, Werner Hangarter, observó que los trabajadores de las minas de cobre de Finlandia sufrían mucho menos de artritis mientras hacían ejercicio, en comparación con la población general, que era bastante propensa al reumatismo. Esta observación fue el origen de los ensayos clínicos que utilizaron cloruro de cobre y salicilato de sodio para tratar a pacientes que padecían fiebre reumática, artritis reumatoide y ciática. Algunos grandes jugadores de golf han utilizado pulseras de cobre por sus propiedades antirreumáticas y antiinflamatorias para evitar, entre otras cosas, la famosa epicondilitis (inflación del tendón del codo).

 

ACTUALMENTE

 

El inusual período de confinamiento asociado a la pandemia de Covid-19 que vivimos en Francia desde el 17 de marzo de 2020 ha puesto en primer plano multitud de conocimientos especializados.

Según las experiencias, debería basarse en epidemias pasadas, que nos recuerdan que el cobre puede desempeñar un papel de barrera en la propagación de virus. Se utiliza como fungicida, bactericida, virucida, espermicida, alguicidas, herbicidas e insecticidas, ya sea en forma de sales (sulfatos o hidróxido de cobre) principalmente en el mundo agrícola, o en estado metálico. Por tanto, este metal tiene interesantes propiedades reconocidas desde la Antigüedad hasta nuestros días y utilizadas en medicina y biología.

Hoy en día, las aleaciones de cobre son eficaces contra las bacterias asesinas.

Están surgiendo aplicaciones prometedoras en el mundo hospitalario.

 

AYUDA A LA HUMANIDAD

 

Desde 2008, el cobre y sus aleaciones están considerados por la agencia estadounidense EPA (Agencia de Protección Ambiental) como biocida, producto capaz de destruir, repeler o inutilizar organismos nocivos, por acción química o biológica.

El cobre es, por tanto, el único elemento metálico reconocido capaz de reducir la proliferación de gérmenes, bacterias, virus y hongos, potencialmente responsables de infecciones.

 

EFECTO DEPENDIENTE DE LA TEMPERATURA

 

La temperatura ambiente parece ideal para permitir que el cobre combata los patógenos. Debe saber que bajar la temperatura de un objeto de cobre contaminado (por ejemplo, cuando se coloca en el frigorífico) aumentará el tiempo necesario para eliminar el agente infeccioso. Estudios realizados a 22°C han demostrado que el tiempo para eliminar MRSA es de 107 UFC (Unidad de formación de Colonia/cm²) fue de 45 a 90 min. Este tiempo se multiplica por cuatro a 4°C.

 

LUCHA CONTRA EL PROLIFmiRACIONAR

 

Para combatir la propagación de microorganismos infecciosos, muchos establecimientos sanitarios apuestan por geles hidroalcohólicos, el respeto de los gestos de barrera y una desinfección intensiva.

Estas medidas permiten combatir la proliferación bacteriana, siempre que se respeten las normas y se realice una limpieza muy frecuente para limitar al máximo los fenómenos de recolonización que se producen al cabo de unas horas. Por tanto, es fácil imaginar que las ideas asociadas al uso del cobre para limitar a largo plazo la proliferación de bacterias y virus sean numerosas en el mundo hospitalario, principalmente en cuidados intensivos o unidades de cuidados intensivos.

 

Los fabricantes han implementado soluciones esterilizantes o neutralizadoras de bacterias que utilizan aleaciones de cobre, pero habrá que seguir en esta dirección, por ejemplo para pasamanos, tiradores de puertas, interruptores, ratones de ordenador, monitores, barandillas de camas, estantes de mostrador, etc.

 

REVISIÓN Y PERSPECTIVAS

 

Aunque los beneficios médicos y para la salud del cobre se conocen desde hace miles de años y la mayoría de los sistemas de distribución de agua utilizan tuberías de cobre para combatir la enfermedad del legionario, la aparición de bacterias cada vez más resistentes a los antibióticos en hospitales y EHPAD y el episodio de confinamiento global asociado a La Covid-19 ha permitido pensar más en el uso del cobre y sus aleaciones ante la propagación de microbios.

El reconocimiento del cobre y sus aleaciones como biocida desde 2008 por la agencia estadounidense EPA ha permitido un importante desarrollo de “productos de contacto” que incorporan más cobre (asas, pasamanos, bolígrafos, estetoscopios, etc.) en hospitales, residencias de ancianos, comedores colectivos, etc. .

Fue en 2015 que el Consejo Superior de Salud Pública emitió, en Francia, un dictamen favorable sobre las propiedades biocidas del cobre. El uso de cobre mejora la lucha contra los microbios y limita la propagación de microorganismos infecciosos e invasivos que causan muchas enfermedades nosocomiales.

Sin embargo, sus numerosas aplicaciones, en espacios hospitalarios o en otros lugares, no sustituyen en modo alguno los gestos de barrera y los protocolos sanitarios; Sigue siendo imperativo implementar acciones específicas destinadas a la limpieza y desinfección.

En lugar de crear nuevas piezas metálicas, podríamos complementar las aleaciones de cobre con procesos para cubrir superficies expuestas.

 

La sociedad DELTA METAL está listo para embarcarse en este nuevo desafío, con la ayuda del gobierno y un laboratorio que estará listo para abrir sus puertas para permitirnos realizar pruebas para determinar la mejor aleación para la eliminación de bacterias y virus no deseados en 99% a 22° C y contribuir así a frenar todas las formas de epidemias y pandemias.

 

 

Fuente: https://www.lajauneetlarouge.com/le-cuivre-ses-alliages-et-les-epidemies-sante/